Si han ido leyéndome a lo largo de este mandato, habrán comprobado que he dedicado varios escritos al proyecto de Reglamento Orgánico Municipal, el ROM. Y ha sido así por varios motivos, entre los que cabe destacar corregir esa anomalía que hacía que un Ayuntamiento como el de Lleida careciera de uno, que fuera un acuerdo de cartapacio y la gran oportunidad de generar un reglamento, que en sí mismo considero un proyecto apasionante. Un proyecto a futuro y perdurable en el tiempo, que sobrepase los límites de un mandato de cuatro años y la circunstancia coyuntural de la composición política del consistorio, es, para mí, una parte emocionante y muy gratificante de este nuevo trabajo de concejal en la Paeria.
Y por eso mismo ha sido muy decepcionante la actitud de aquellos grupos que de cara a la galería han hecho declaraciones grandilocuentes acerca de sus enmiendas al borrador del ROM, pero que en realidad, no solamente no han hecho sus deberes sino que han provocado un retraso injustificable en los trabajos del mismo.
Cuando se fijan los tiempos y los plazos de entrega en un grupo de trabajo, lo correcto es cumplirlos. De lo contrario, se desprecia el esfuerzo de los grupos que sí lo han hecho, además de provocar en los trabajadores públicos implicados, una carga de cometidos y tensiones extraordinaria totalmente contraproducente para el correcto desempeño de sus funciones.
Que el personal del Ayuntamiento redoble sus empeños, le eche horas de más para poder asumir sus labores ordinarias y compaginarlas con las extraordinarias que provoca este proyecto, y que un día antes de la reunión de la ponencia, todos los grupos de la oposición excepto Ciudadanos decidan que hay que retrasarla sine die aduciendo que no han tenido tiempo de prepararla, no hace más que indicar el poco respeto que tienen en realidad a esos técnicos, al proyecto en sí, y a quienes nos lo hemos tomado en serio.
Ignoro si este retraso ha sido provocado por desidia o por prejuicios ideológicos hacia nuestro grupo, que fue quien presentó el único borrador de ROM, con los mismos plazos de tiempo y sobrecarga de trabajo que tenían los demás, pero con la voluntad y el ahínco que hicieran falta para sacar adelante un proyecto tan ilusionante. Si la causa ha sido la pereza, lamentable. Pero si han sido los prejuicios, aún es peor. Cualquier borrador, como su nombre indica, es un documento a mejorar, revisar y discutir. Para eso existe el grupo de trabajo. Pero retrasarlo de forma arbitraria es indicativo de la poca formalidad y seriedad con la que algunos grupos se toman su trabajo en el consistorio, del postureo del que hacen gala al hablar de enmiendas con la prensa antes de presentarlas al grupo de trabajo, y del menosprecio hacia los esfuerzos del personal de la Paeria. Veremos cuánto se retrasa la elaboración de este ROM y si al final lograremos tenerlo en un plazo razonable durante este mandato. Por nuestra parte, seguiremos dedicándole todo el tiempo y empeño necesarios, porque eso es lo que se espera de nosotros, y no vamos a defraudar ni a los ciudadanos de Lleida ni a nosotros mismos.
Ángeles Ribes, portavoz del grupo municipal de C’s Lleida
Articulo publicado en La Mañana (26.9.16)