Maria Burel Badia
Diputada y Regidora de Ciutadans
Algunos recordareis aquel eslogan que se popularizó allá por los 90 “Jóvenes, aunque sobradamente preparados” (JASP). Traía a colación un anuncio publicitario de una conocida marca de coches y la estrategia pretendida con la frase era penetrar en un mercado de jóvenes, con formación universitaria, que habían viajado, dominaban varios idiomas y que, en aquel momento, afrontaban su salida al mercado laboral. Muchas etiquetas les han colgado a los jóvenes desde entonces; millenials, generación Z, generación perdida, generación de la apatía. Jóvenes que han crecido bajo el discurso de la meritocracia a los que les hemos dicho desde pequeños aquello de “estudia para ser alguien en la vida” con las expectativas que esto conlleva.
Sin embargo, en los últimos años, ese discurso ha cambiado drásticamente. Los jóvenes saben que su generación es la primera que vivirá peor que sus padres. Ciertamente, la radiografía general de la situación de los jóvenes españoles arroja datos demoledores, y la pandemia ha agravado unos problemas que ya eran sistémicos: paro, precariedad laboral, emancipación tardía, aislamiento social, etc. La sensación que los jóvenes tienen es que se encuentran abandonados y sin respuestas a sus inquietudes y la realidad es que los jóvenes se enfrentan a un futuro incierto, con más paro y más desigualdad, en un mundo más polarizado.
En este contexto, la juventud de las comarcas y entornos rurales de nuestra provincia se encuentra ante la incertidumbre que genera la falta de perspectivas de futuro y la desmotivación provocada por las sucesivas crisis, la destrucción social y cultural del entorno rural, encontrándose además en un entorno social en el cual son minoría, por lo que resulta difícil establecer relaciones entre iguales, lo que provoca un éxodo no deseado marcado por muchos factores. La despoblación de los territorios de interior es una consecuencia grave y destacada para nuestra provincia, pero puede revertirse mediante la retención y atracción del talento, fomentando el emprendimiento y fijando a la población joven en el medio rural.
Los políticos, desde las administraciones, debemos ofrecer una respuesta integral a las necesidades de los jóvenes y abordar los retos actuales y futuros que se presenten, teniendo en cuenta el entorno cambiante y las demandas de una sociedad en constante cambio y evolución. Tenemos que dar respuestas y crear una estrategia para los jóvenes a largo plazo, con medidas específicas y encaminadas a impulsar el empleo juvenil y favorecer el relevo generacional, mejorar las posibilidades de autoempleo, fomentar el cooperativismo y, lo más importante, trabajar por el asentamiento poblacional en un momento de verdadera necesidad para la supervivencia de los pueblos de Lleida, el Pirineo y Aran. Hay que promover la participación de la población joven dándoles protagonismo, motivándoles para que ellos puedan desarrollar el emprendimiento productivo, agrícola, ganadero, tecnológico, industrial, artesanal, cultural o de cualquier otro ámbito. La Diputación de Lleida puede ser determinante apoyando a nuestros jóvenes si se ponen en marcha iniciativas y políticas dirigidas al asentamiento poblacional de éstos en el territorio. Desde Ciudadanos proponemos la creación de un Plan Estratégico de Juventud. Estamos firmemente comprometidos con los jóvenes y queremos soluciones tangibles a los problemas actuales, a la falta de relevo generacional, al abandono y la despoblación de nuestros pueblos, a la falta de oportunidades en los entornos alejados de las capitales, a la desmotivación y la falta de un horizonte vital para los más jóvenes. Desde el liderazgo y con valentía es posible articular políticas efectivas para mejorar la vida y el futuro de los jóvenes de hoy, que son los adultos del mañana. Y no resulta nada fácil cuando los que gobiernan las instituciones públicas muestran tan poca empatía con un sector de la población al que, con demasiada frecuencia, marginan. Hay que mirar menos al pasado y más hacia el futuro porque, aunque a veces lo perdamos de vista, la juventud es el futuro de un país.