Coreaban hace años los fieles convergentes intercalándolo con “això es una dona” cuando aparecía Marta Ferrusola en el balcón junto a su marido Jordi Pujol, que aprovechaba para, airado, darnos la homilía sobre ética.
Parece que la reverenda primera dama mantenía místicas relaciones epistolares y no precisamente con  estilo teresiano. Lo suyo solo eran acrónimos “Soy la madre superiora, traslade dos misales al padre de la congregación” escribía a un banco en Andorra para que movieran los botines obtenidos robando a todos los catalanes.
Probablemente el lenguaje religioso sea adecuado en su religión. En muchas entrevistas nunca  se cortó un pelo en declararse como “catalana auténtica” y manifestar un desprecio indisimulado por  las “chonis” y toda esa gente que llegó a Catalunya en los años 60 con una maleta de cartón atada con una cuerda de cáñamo en busca del trabajo y la dignidad que no encontraban en la puerta de su casa. Todo mi respeto para esa gente valiente y trabajadora, que no tuvieron la fortuna de nacer en un lugar privilegiado como nuestra Catalunya. Y todo mi desprecio para ese racismo de baratillo, esa tiranía del origen y esa ideología de cortijo medieval por la que muchos hoy suspiran.
Doña perfecta, madre y esposa, guardiana de las antiguas tradiciones, de misa diaria, ha resultado ser, después de tanto presumir, una vulgar delincuente de cartas blasfemas.
Su marido lógicamente no la podía ayudar en sus que haceres domésticos porque el mismo día (14/12/95), mientras la Sra se carteaba con su banco de Andorra, su honorable marido Jordi Pujol estaba muy ocupado negociando su investidura como President de la Generalitat con otro místico de la causa: Angel Colom de ERC, que actualmente también se sienta en el banquillo por el caso Palau.
Resulta que un día necesitaba dinero, y ¡qué curioso!, no lo fue a pedir a un banco, ni a sus afiliados, como haríamos cualquier hijo de vecino. No, no, qué va: en ERC ya sabían entonces que en el Palau de la Música se tocaba algo más que el violonchelo.
Y claro, la pobre mujer sola en la cueva esperando la vuelta de su marido “gran cazador” no tuvo más remedio que implicar a toda su extensa prole en socorro de la reverenda madre. Y, ahora la familia entera está investigada como “banda organizada”.
Aquellas lluvias de hace 22 años nos han traído los actuales lodos en un intento desesperado no de tener un país propio, sino más bien una justicia propia, patente de corso y bula de indulgencias para los que dan lecciones de ética. Esta mañana llovía intensamente en Barcelona, ojalá seamos capaces de optimizar el sistema judicial para no tener que volver a esperar otros 22 años.
Steve Wonder decía que: “Ser ciego no era tan malo, lo realmente malo sería ser negro”.
Esta semana, desde el grupo parlamentario de Cs hemos conseguido que se abra el CAP de Magraners, que el AVANT a Barcelona pare en el Prat de Llobregat, situando a Lleida a 1h de un aeropuerto internacional y que la Generalitat trabaje por la seguridad viaria controlando las sobrepoblaciones de animales salvajes que están provocando daños en cultivos y personas. Quizás todo esto no sea muy místico ni religioso, pero es nuestro día a día, porque son problemas reales y mejoras reales para la vida de los ciudadanos.
La gente acabará por quitarse la venda de los ojos y darse cuenta de que la política, no son solo los políticos.
Teniendo la oportunidad de escoger entre ser temerosos feligreses en la misa de los Borgia o disfrutar del concepto de ciudadanía.
Javier Rivas, diputado de Cs Lleida
Articulo publicado en La Mañana (16.5.17)