Se atribuye a Voltaire la famosa frase “estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”. Sin embargo, el filósofo jamás la pronunció en su vida, sino que lo hizo en una obra de ficción llamada “Los amigos de Voltaire”, escrita por su biógrafa Evelyn Hall. La sentencia ha pasado a la posteridad y describe a la perfección lo que implica la democracia y la libertad de expresión.
A Churchill se le recuerda otra tremendamente conocida: “los fascistas del futuro se llamarán a sí mismos antifascistas”. Como en el caso anterior, es falso. Churchill jamás la pronunció. Pero la frase también es demoledoramente cierta.
Una vez más, la sede de Ciudadanos en Lleida ha sido atacada. En esta ocasión, con pintura roja en las ventanas y una pintada en la fachada donde podía leerse “Cs feixistes per negar el dret a l’autodeterminació!”, y, por supuesto, amparados en la nocturnidad. Aunque la novedad, esta vez, consiste en que han reivindicado su acción mediante un correo electrónico, ya que las nuevas tecnologías se alían muy bien con la cobardía de la clásica pintada nocturna y el anonimato.
La cuestión es que se evidencia que la frase apócrifa de Churchill les encaja a estos sujetos a la perfección. Intolerantes que atribuyen al contrario sus propias bajezas, le señalan públicamente, no admiten discrepancias en sus planteamientos y utilizan la violencia y la coacción para intentar que los miembros de Ciudadanos nos callemos.
A nosotros lo que nos define perfectamente es la atribuida a Voltaire. Para Ciudadanos, la defensa de la libertad de expresión y el derecho que conlleva la misma a expresar ideas plurales, diversas y discrepantes con las propias son un pilar fundamental de la esencia de la democracia y, por tanto, de la esencia de nuestro partido.
Ciudadanos nació precisamente porque discrepaba de las políticas que se estaban llevando a cabo en Cataluña desde el nacionalismo. Ciudadanos ha crecido porque el concepto de regeneración democrática que llevamos en el programa desde el primer día se ha manifestado como un deseo más de buena parte de una sociedad hastiada de corrupción. Y Ciudadanos seguirá perseverando de forma firme en la defensa de la democracia y del estado de derecho. Que nadie dude que ni las piedras, ni las pintadas, ni los insultos, ni las amenazas nos van hacer recular. Al contrario que los sujetos que nos atacan, nosotros defendemos las ideas de todos dando la cara, de forma pública y usando las herramientas que un Estado y una sociedad democrática nos dan para ello. Y es en las urnas donde la sociedad que valora esos principios habla, y elige a quien desea que entre en las instituciones para poder llevarlas a cabo. Esa es la diferencia entre un intolerante y el que no lo es. A ver si algunos van aprendiendo.
Ángeles Ribes, portavoz del grupo municipal de Cs Lleida
Artículo publicado en La Mañana (10.4.17)