Nos vamos acostumbrando a los títeres políticos que van escalando posiciones hasta llegar al mando de un ayuntamiento, una diputación, y casi, casi del Congreso de los Diputados. Son legítimos, como cualquier otro, pero no deberían utilizar ese cargo para promocionar su circo. La última ocurrencia de un miembro de este movimiento, aparentemente social en sus inicios y con aire venezolano a medida que avanza, me ha dejado perpleja.
Nos encontramos en el Saló de l’Ensenyament de Barcelona, donde miles de jóvenes buscan un futuro profesional. La alcaldesa de Barcelona se dirige al estand del Ejército y hace comentarios despectivos. Alguien debería decirle, ya que al parecer lo desconoce, que ser militar es una profesión necesaria, clave en un país democrático y seguro como debe ser España. Quizás en las asambleas alguien debería explicárselo. Hasta que no se familiaricen con el funcionamiento de nuestro Estado seguiremos viendo espectáculos de esta índole. ¡Pasen y vean!
Señores comuneros aprovecho la ocasión para decirles que promuevan más alquileres sociales, planes de ocupación, ayudas para el comedor escolar y aprendan cómo se gestiona un presupuesto público en lugar de criticar a las FF.AA y a los cuerpos de seguridad. Sería un detalle.
Cristina Daza
Articulo de opinión publicado en la contra de La Mañana (14-3-16)