Toca cumplir mis compromisos de reportero dicharachero de Barrio Sésamo y escribir algo para la columna quincenal, pero el aire no se mueve, hace demasiado calor y las musas se han debido quedar a la sombra de un cerezo, en las montañas de mi tierra.
Podría escribir sobre Sánchez y su nuevo PSOE, de su nación de naciones y su traslación freudiana a partido de partidos, siempre inmersos los socialistas en su “fimosis nacionalista”. Pero eso ya es antiguo.
Podría escribir sobre Puigdemont y sus desafortunadísimas declaraciones en el aniversario de los atentados de Hipercor, haciendo un símil impropio de un President, comparando el Gobierno de España con ETA y utilizando el dolor de las víctimas para sus obsesiones. Pero eso también es antiguo.
Podría escribir sobre el Caso Palau que ha quedado visto para sentencia, después de días y días de declaraciones que reiteran la trama organizada para robar a todos los catalanes en beneficio de unos pocos particulares y todos los convergentes. Pero eso también es antiguo.
Podría escribir del nuevo 9N, con el que cada día nos bombardean los medios, secuenciando días históricos, de cumbres, declaraciones solemnes, anuncios, y anuncios de anuncios, aunque Puigdemont en realidad no ha firmado nada. Igual quiere hacerlo como su predecesor Artur Mas, muy valiente en la calle, pero cuando lo llamaron del juzgado dijo que “no sabía nada, que habían sido los voluntarios”. Pero eso ya es antiguo también.
Podría escribir del abucheo del otro día a Puigdemont en la inauguración de las fiestas de un barrio de Badalona. Pero no me gustan los abucheos, ni que se impida hablar a nadie porque queriendo mostrar disconformidad se acaba mostrando intolerancia. Me quedo con el elocuente silencio y la indiferencia que le dispensaron en el Círculo de Empresarios. Pero eso ya es antiguo.
Podría escribir sobre Rajoy y su declaración al juzgado como testigo de la financiación del PP. Quizás después de tanto buscar se encuentre por los pasillos su famosa “niña” y quizás aproveche para bajarle el IVA de los chuches. Pero eso ya es viejo.
Quizás debería escribir sobre Guardiola y su concepto del binomio democracia, retribuciones familiares, porque cuando cobraba en Qatar le debía parecer todo divino y democrático. Y cuando cobraba en Alemania o en Italia no se le ocurrió insultar a al TC Alemán por impedir un referéndum de independencia en Baviera, o al TC Italiano por impedir un referéndum de independencia en el Véneto. Además tampoco me leería, Guardiola ni vive, ni paga el impuesto de la renta aquí, a diferencia de un servidor.
Podría escribir de Puigdemont y sus apariciones en plan Torrebruno, con su retomado género epistolar con Madrid. Solicitando intervenir en el Congreso de los Diputados para explicar el Procés, pero condicionándolo a que no haya debate y a que no se vote. Tan solo un monólogo en plan Club de la Comedia. Qué curioso ¿no? ¡Quiere impedir que se vote! Pero eso también es viejo.
Creo que no voy a escribir nada, me acaba de llegar un whatsapp de un amigo que es una eminencia en transmisión de datos en diferentes soportes pasivos, invitándome a cenar para explicarme un proyecto nuevo que puede beneficiar a millones de ciudadanos. Y eso sí que es nuevo, aunque tampoco merece la pena ponerse a escribir de ello. Lo realmente importante será ponerse a trabajar en ello.
Javier Rivas, diputado de Cs Lleida