Seguro que han escuchado esta frase a muchos políticos: “es imprescindible hacer un ejercicio de pedagogía…” Y si, es imprescindible. Solo que en esta ocasión y por los motivos a los que me referiré, ese ejercicio tiene que ir dedicado no a los sufridos ciudadanos, que bastante tienen, sino a sus representantes de la Paeria, a los que parece que conviene que se les expliquen las cosas varias veces.

Bien, estamos en la primera fase de trabajo del Reglamento Orgánico Municipal, el ROM. Este ROM, del cual carecía hasta ahora nuestro Ayuntamiento, es el conjunto de normas que deben regir el funcionamiento orgánico del consistorio. Es decir, un documento que necesariamente debe ser perdurable en el tiempo, y por tanto no sujeto a vaivenes ideológicos o caprichos partidistas y por eso es necesaria su aprobación por mayoría absoluta del pleno.

Así, en la primera reunión de trabajo de elaboración del ROM, Ciudadanos, con el ánimo de poner en marcha cuanto antes el proceso, y de forma absolutamente constructiva, presentó un primer borrador que fue aceptado por unanimidad del resto de los grupos como propuesta base para comenzar la fase de enmiendas y elaborar un documento lo mejor posible, lo más plural posible y lo más riguroso posible.

Y aunque a estas alturas ya no deberíamos sorprendernos de nada, esta semana nos hemos encontrado con dos exabruptos de dos grupos que habitualmente van de la mano en los plenos. Por un lado el de Convergència i Unió, que vuelve a poner de manifiesto su habitual obsesión por la lengua en una nota de prensa en la cual habla de sus enmiendas y que no hemos tenido el gusto de leer porque han vuelto a usar su habitual discurso victimista en los medios de comunicación en lugar de hacer las correspondientes objeciones, y esperemos que aportaciones, donde toca, es decir en el grupo de trabajo. Eso no aporta titulares, pero si seriedad, algo de lo que van muy escasos….

En cuanto al Comú, tampoco sorprende que vuelvan a hacer uso de la mentira en sus argumentaciones. Afirman, con muy poca vergüenza, que este borrador les fue impuesto. Mentira. Y de las gordas. Su representante en el grupo de trabajo aceptó, al igual que el resto, que el texto presentado por Ciudadanos fuera el usado como documento base. Y también aceptaron los plazos de presentación de enmiendas antes de la siguiente reunión.

Y esta es la cuestión. Cuando alguien quiere ser riguroso, y más en una materia compleja y farragosa cómo está, lo razonable sería presentar sus enmiendas, que fueran debatidas, votadas y en su caso, incorporadas. Eso sí lo que se quiere es enriquecer un documento que debe servir a cualquier grupo político, a cualquier composición de consistorio, ya sea con mayorías absolutas o no, ya sea con cualquier ideología. Y eso nos lleva al tema de la lengua, en un borrador que fue redactado en catalán, dicho sea de paso. Ya existe un reglamento de usos lingüísticos. Al igual que un reglamento del Síndic de Greuges y al igual que un reglamento de participación ciudadana. Las fórmulas para modificarlos requieren mayoría simple. El ROM, mayoría absoluta. ¿Cuál es el motivo? Que el legislador consideró que el ROM necesitaba de una mayor estabilidad en el tiempo, y no estar sujeto a capricho de grupos que hoy están y en cuatro años puede que no. O de grupos nuevos que pueden aparecer… Sin embargo los reglamentos externos si pueden modificarse sea cual sea la coyuntura, solo con mayoría simple. Y por eso será necesaria mucha paciencia para explicar a estos grupos el alcance de sus propuestas, que solo buscan el beneficio propio y no el de todos. Y será necesaria mucha pedagogía, para explicar que un borrador es eso, no un documento definitivo, que puede contener errores y que desde luego debe ser mejorado con las aportaciones de todos, pero desde la voluntad de crear el mejor ROM posible, no desde la demagogia, la mentira y los prejuicios ideológicos de cada uno.

Ángeles Ribes, portavoz del grupo municipal de C’s Lleida

Articulo publicado en La Mañana (12-9-16)