En el pleno de abril de la Diputación de Lleida, la CUP presentó una moción para que la institución apoyase a los concejales investigados por su apoyo a la declaración ilegal de independencia en el Parlament. El grupo de Ciutadans votó en contra, como no podía ser de otra manera, y recordó a los asistentes que este tipo de iniciativas acercan peligrosamente a modelos dictatoriales. Por ello, Ángeles Ribes preguntó a los asistentes que diferencia había entre la desobediencia que propone la CUP y la Marcha sobre Roma de Benito Mussolini. Como paso en 1922, aquellos grupos a los que no les gusta las normas del sistema democrático, organizan marchas y desobediencia para imponer únicamente su voluntad.