En la comisión Informativa de Políticas de Gestión de Recursos, Seguridad Pública y Organización Municipal del Ayuntamiento de Lleida del pasado día 23 de marzo, se presentó una propuesta de resolución por parte del grupo municipal de la Crida-CUP, que si bien a primera vista podía parecer cargada de buenas intenciones, la realidad es que lo que evidenciaba es un profundo desconocimiento del cuerpo de la Guardia Urbana de Lleida y unos no menos profundos prejuicios hacia el mismo.

El título era “Formación destinada a todos los miembros de la Guardia Urbana de Lleida para combatir la violencia machista, la LGTBIfobia, el fascismo, el racismo y la xenofobia”.  Les ahorraré transcribir las propuestas, para no ser farragosa, pero en esencia lo que se pedía era que la Paeria organizara cursos de formación en los temas citados, además de en pobreza, de exclusión, delitos de odio, prostitución en la calle, toxicomanía, prevención de torturas…

Es decir, que la presunción de la Crida hacia el cuerpo de la Guardia Urbana de Lleida es que no reciben la formación adecuada para desempeñar sus funciones, lo cual implica que no pueden estar actuando de la forma más correcta posible.

Y lo que evidencia sus prejuicios e ignorancia, es que cuando le pregunté al regidor de la Crida si previamente a presentar esta propuesta habían solicitado información a la misma Guardia Urbana, o a la regiduría, acerca de si se llevaban a cabo acciones formativas, la respuesta fue que no. Así que, sin saber cuál es la formación de los agentes, y mucho menos como actúan durante los servicios, la Crida-CUP presupone que su grupo es el que tiene que enseñar a este cuerpo cuáles son los cursos a recibir y cuáles los protocolos a seguir.

Cuando Ciutadans entró a formar parte de la corporación municipal, tuvimos muy claro que teníamos que aprender muchas cosas acerca del funcionamiento del Ayuntamiento. Y que además debíamos entrar en contacto con cuerpos como precisamente la Guardia Urbana para saber a qué se enfrentaban en el día a día de su trabajo. Nuestro grupo sí se molestó en recabar información acerca de la formación que reciben nuestros agentes, y no solamente eso, sino que además yo misma pude comprobar la actuación de los mismos acompañándolos durante un servicio nocturno.

Puedo dar fe del excelente trabajo que desempeñan e incluso de la afabilidad que demuestran en situaciones potencialmente muy complejas. Y también puedo dar testimonio de la paciencia y el aguante de los miembros de la patrulla frente a actitudes violentas y prepotentes por parte de personas en estado etílico o de drogadicción. O de cómo se actuaba frente a accidentados o de cómo se velaba para evitar robos y destrozos e incluso del control de sujetos cargados de delitos y malas intenciones.

Obviamente, todo es susceptible de mejora. Sin ninguna duda, la formación continuada debe ser exhaustiva, y además multidisciplinar. Por eso desde Ciutadans apoyaremos que nuestra Guardia Urbana pueda acceder a todo tipo de acciones formativas, porque la responsabilidad a la que se enfrentan sus miembros en el desempeño de sus funciones día a día, noche tras noche, es inmensa. Y no solamente eso. Además deben tener la mejor equipación posible y disponer de los mejores medios que el Ayuntamiento pueda proporcionar, puesto que la seguridad de todos los vecinos de Lleida está en sus manos; y en las nuestras, en las de los regidores, el tratarlos de la forma adecuada, sin prejuicios y desde el conocimiento.

Ángeles Ribes, portavoz del grupo municipal de C’s Lleda

Articulo de opinión publicado en La Mañana (28-3-16)