Hace tiempo que  le doy vueltas al interés que ha suscitado por parte de medios, partidos políticos y sociedad en general, la inclinación política de Ciudadanos. Lo cierto es que Ciudadanos es un amalgama de personas venidas de otros partidos, asociaciones, entidades y demás ámbitos de todo tipo, por eso sería muy complicado y  atrevido, ni siquiera intentar agrupar a todas esas personas en un mismo aspecto ideológico, por eso creo que lo mejor para poder aclarar un poco las dudas que esto genera, he creído que lo más conveniente sería compartir mi experiencia personal.

Soy José María Córdoba Alós, tengo 48 años, los llevo lo mejor que puedo, nací en un pueblo de Huesca, mi padre era agricultor y mi madre ama de casa. Todavía recuerdo cuando mi padre me llevaba a la sardinada que el sindicato CNT organizaba en la caseta que ponía con motivo de la celebración de las fiestas patronales. Soy el segundo de cuatro hermanos, dos chicos y dos chicas, por razones que desconozco, aunque me las puedo imaginar. Mi padre decidió que yo seguiría con la tradición agrícola en la familia y a los 15 años me sacó de la escuela y me puso a trabajar en el campo. Mi madre no quiso que dejara de estudiar y por eso me apunto a hacer repasos por la noche y así es como conseguí sacarme lo que entonces se denominaba E.G.B.

Un buen día mi padre se dio cuenta que con la tierra que teníamos no podríamos vivir dos familias y me dijo que buscara un trabajo y fue en ese momento cuando decidí hacer las maletas y venirme a vivir a Lleida. Mi primera experiencia laboral en tierras catalanas fue en el mundo de las cárnicas, lo cierto es que fue aquí donde descubrí que existían los sindicatos, que los contratos eran de 40 horas semanales, que a los trabajadores les correspondía 30 días de vacaciones y un montón de ventajas que en mi anterior trabajo no existían. En los 24 años que han pasado, nunca vendí mi voto ni por color político ni por simpatía con el candidato, mi voto siempre dependía de la labor que el gobierno de turno había ejercido durante los cuatro años de la legislatura, lo que hacía que éste variara entre PSOE, PP e IU.

Pero un buen día en Cataluña, políticamente hablando y utilizando un símil con la climatología, se formó la tormenta perfecta, bautizada con el nombre de Tripartito. PSC, ICV y ERC juntaron sus fuerzas y nos dejaron huérfanos de representantes políticos a todos los que españoles que vivíamos en Cataluña y a todos los catalanes que se sentían españoles. Muchos pensareis que quedaba el PP pero a éste después de sus pactos con CIU para esconderse sus vergüenzas ni estaba, ni se le esperaba. Y de este coctel nació un grupo de personas con las mismas incertidumbres y que utilizando las redes, comenzamos de forma espontánea a escribir en una web.

Al principio éramos 200, después 1.000, después 2.000 y el último número que recuerdo fue el de 3.800 y fue en ese instante cuando un grupo de intelectuales y viendo la repercusión creada, decidió crear un grupo de trabajo que después pasaría a ser un partido político denominado CIUDADANOS. Lo que siguió después ya lo conocen

José María Córdoba

Concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Lleida

 

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